En el Día Nacional de la Salud Materna te compartimos algunos datos a favor del bienestar de las mujeres cuidadoras. ¡Juntos podemos cuidar a quienes nos cuidan!
¿Quiénes son las mujeres cuidadoras?
Aquellas mujeres (madres, hijas, hermanas, etc.) que se encargan de apoyar en actividades básicas de la vida diaria de personas mayores, o con una enfermedad o discapacidad. Esto al no poder desempeñar estas funciones por sí mismas o porque necesitan apoyo para hacerlo.
Actividades de las mujeres cuidadoras
Entre las actividades que realizan las mujeres que se encargan de los cuidados de una persona mayor, o con una enfermedad o discapacidad, están las siguientes:
- Su higiene y bienestar personal.
- Toma de medicamentos, apego a su tratamiento y visitas al médico.
- Detección de cualquier problema de salud o de signos vitales como presión, temperatura, entre otros, junto con las señales de deterioro funcional.
- Su movilización, en diversos espacios privados y/o públicos.
- Elaboración, presentación y acompañamiento de su alimentación.
- Arreglo y seguridad del entorno.
- Manejo de algunos de sus recursos financieros, pago de servicios, de compras, entre otros.
- Apoyo de gestión de actividades en relación con la familia, amigos y vecinos.
- Acompañamiento en actividades socioculturales.
La labor de cuidar es muy variable. En ocasiones sólo se realiza durante un corto tiempo, pero en otras implica muchos años. Esto suele afectar considerablemente el entorno del cuidador. Por eso, no hay que olvidar que cuidar a quienes cuidan a otros es tarea de toda la sociedad. Y que cuidarse a sí mismo es tan importante como cuidar a los demás.
3 grandes retos que enfrentan las mujeres cuidadoras
- En la mayoría de los casos no reciben remuneración por su apoyo e incluso dejan a un lado sus trabajos remunerados para brindarlo. Lo cual causa que no tengan recursos suficientes para cubrir sus propias necesidades.
- Se enfrentan a las labores de cuidados sin capacitación previa. Esto conlleva un riesgo para la salud física y mental de la cuidadora, así como para el bienestar de la persona que cuida.
- Combinan sus responsabilidades de cuidado con el trabajo, la escuela, o con otros proyectos. Lo cual afecta su productividad, pero asimismo el lograr un balance entre todas sus actividades.
Contexto nacional y mundial de las mujeres cuidadoras
Las mujeres en todo el mundo han sido históricamente las principales cuidadoras de la familia y los hogares, y México no es una excepción. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en nuestro país, el 77% de las personas que se dedican a cuidar a personas mayores son mujeres.
Además, de acuerdo con el Consejo Nacional de Población (CONAPO), en México, las mujeres dedican en promedio 31 horas semanales a labores de cuidado no remuneradas, mientras que los hombres dedican solo 9 horas.
En cuanto a nivel mundial, un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reveló que el 76.2% de las personas que se dedican al cuidado no remunerado son mujeres, lo que equivale a más de 606 millones de mujeres en todo el mundo.
¿Cómo apoyar como sociedad a las mujeres cuidadoras?
- Apoyar como empresas y sociedad en general a las mujeres cuidadoras en la búsqueda y consolidación de un empleo.
- Promover y brindar apoyo psicológico a las mujeres cuidadoras, para que reciban una atención orientativa según su propio contexto.
- Formar a las mujeres cuidadoras en procesos de empoderamiento que les permitan tener un espacio de contención ante el exceso de responsabilidad que tienen.
- Impulsar la participación de los hombres en quehaceres relacionados con el cuidado para hacer posible una sociedad más equitativa, justa e inclusiva.
- Aumentar recursos públicos y privados existentes para fomentar la corresponsabilidad social.
Estrategias de autocuidado
Cuidar a alguien puede agotar incluso hasta a los más fuertes. Si eres una mujer cuidadora, estos consejos pueden ser favorables para tu bienestar y el de la persona que cuidas:
- Es importante no dejar que el hecho de cuidar consuma todo tu tiempo. Ya que no es saludable ni para ti ni para la persona a la que cuidas. La clave es lograr un equilibrio, manteniendo tus intereses personales, pasatiempos, y amistades.
- Permítete no ser la cuidadora perfecta. Establece expectativas razonables y considera que como toda persona puedes equivocarte. Tener esta apertura favorece reducir el estrés e incluso podrá hacer más efectivas tus acciones.
- Aprende a delegar algunas de las tareas de cuidado a otras personas que sean de tu confianza y de aquella que necesita cuidado. Tener un apoyo abre paso a mayores tiempos de descanso.
- No permitas que el hecho de cuidar te prohíba hacer tus propias actividades básicas. Procura hacer ejercicio y comer adecuadamente, así como dormir bien.
- Intenta realizar actividades de descanso diariamente, como un paseo por el parque o un baño relajante. Si te es posible, encuentra la manera de organizar descansos largos con regularidad, como una escapada de fin de semana a la montaña o un viaje de varios días a la playa.
- Nunca ignores tus propios síntomas de enfermedades, tampoco al agotamiento que surja por las labores de cuidado. Consulta a un médico ante cualquier señal que requiera atención.