El lavado de manos es uno de los hábitos de higiene más importantes, con el cual se previenen enfermedades infecciosas causadas por diversos microorganismos, y su propagación a otras personas.
Las personas con TEA pueden presentar retos para lavarse las manos, debido a diversos factores, entre ellos: dificultad para tolerar los olores y texturas del jabón o gel antibacterial, dificutad para el seguimiento de instrucciones, dificultad ante los tiempos de espera y retos en la motricidad para realizar los movimientos que implican la técnica de lavado y desinfección de manos. Es por ello que te compartimos algunas estrategias para que tu hija o hijo se familiarice con el procedimiento y logre tener una adecuada higiene de manos.
La importancia del autocuidado
Las actividades de autocuidado siempre estarán presentes en nuestra vida y generan independencia; por lo que es importante reforzarlas en casa para que se vuelvan un hábito, así mismo estas actividades tienen un impacto positivo en la salud.
Las habilidades principales que te invitamos a seguir como parte de la rutina son:
- Cepillado de dientes.
- Lavado de cara.
- Bañarse.
- Peinarse.
- Uso de productos de higiene (crema, gel, etcétera).
- Lavado de manos.
La importancia del lavado de manos
Lavarse las manos con agua y jabón o usar un desinfectante de manos, son formas muy eficaces de eliminar la mayoría de los gérmenes causantes de enfermedades.
En el contexto de la prevención del COVID-19, deberán lavarse las manos en las siguientes ocasiones:
- Después de limpiarte la nariz, toser o estornudar.
- Después de salir a la calle.
- Después de visitar un espacio público, como transportes o mercados.
- Después de tocar superficies fuera de tu hogar, por ejemplo: dinero.
- Antes y después de cuidar a una persona enferma y también mientras la estés cuidando.
- Antes y después de comer.
A continuación te damos algunas recomendaciones para incluir el lavado de manos en la rutina de tu hijo o hija con autismo:
- Jugar con agua es una buena manera de acostumbrar a tu hijo o hija a la sensación de agua fluyendo sobre sus manos y puede incrementar su participación en el proceso.
- Alista todos los materiales para un correcto lavado, es decir, acceso a la zona e lavado, jabón, toalla, entre otros necesarios.
- Identifica los pasos que componen el lavado de manos. Te recomendamos que toda la familia siga una misma secuencia de pasos.
- Haz una hoja de datos y enlista en ella cada uno de los pasos, coloca un cuadros al lado de cada paso, estos nos servirán para registrar el progreso en cada paso.
- Refuerza la conducta de participación a través de algún dulce o verbalmente (¡Muy bien!, ¡Lo hiciste!).
Ya tienes todo listo, iniciemos el proceso de lavado de manos:
- Abre la llave de agua fría.
- Pon ambas manos debajo del chorro de agua y dí claramente “Lávate las manos” para que tu niño o niña se moje las manos.
- Cierra la llave de agua.
- Toma el jabón con una o ambas manos (ayuda solo si es necesario).
- Frota el jabón entre las palmas de las manos, por al menos 20 segundos. Si tu hijo o hija requiere de ayuda puedes tomar sus manos con las tuyas y hacerlo de forma simultánea, dirigiendo la acción.
- Deja el jabón en su lugar.
- Abre nuevamente la llave.
- Coloca ambas manos debajo del chorro de agua para enjuagarlas, frotando las palmas entre sí.
- Cierra el agua.
- Seca las manos con una toalla.
- Al terminar di con voz clara: ¡Muy bien!
Nota: si es necesaria tu guía, colócate detrás de tu hijo o hija y tómale las manos.
Otras recomendaciones
- Anticípale la acción que van a realizar “Vamos a lavar las manos”.
- Coloca apoyos visuales de la secuencia en un lugar visible para guiar a la niña o niño sobre los pasos a seguir.
- Modela para que tu hija o hijo observe e imite, si requiere apoyo físico, tómalo dos dedos por encima de las muñecas y realiza el procedimiento.
- Puedes cantar el fragmento de una canción que les guste durante el lavado de manos, para que se asocie a una situación agradable y sepa cuando inicia y termina la actividad.
- Te sugerimos comenzar con la secuencia del lavado de manos durante 20 segundos, aumenta el tiempo y el número de pasos, de forma gradual, conforme tu hija o hijo se familiarice con la rutina.
- Si tu hija o hijo presenta retos para tolerar la textura del jabón líquido, primero juega con él; puedes poner un poco de jabón sobre una superficie limpia para que lo toque, extienda, o bien, lo huela; si muestra resistencia, da apoyo físico tomándolo de la mano y coloca primero sus dedos uno a uno, de acuerdo a su tolerancia, hasta lograr que juegue con el jabón, marca tiempos cortos, por ejemplo, por ejemplo: cuenta hasta tres y retira sus dedos o mano.
Uso de gel antibacterial
- Anticipa a tu hija o hijo la acción que va a realizar “vamos a usar gel”.
- Coloca apoyos visuales de la secuencia en un lugar visible para guiar a la niña o niño sobre los pasos a seguir.
- Comienza jugando con el gel; puedes colocar un poco sobre una superficie limpia y permitir que lo toque y lo huela, evita que lo coma, si es necesario dar apoyo físico tomálo de la mano y acerca uno de sus dedos al gel, cuenta hasta tres mientras lo toca y retira su mano.
- Modela el procedimiento para que tu hija o hijo observe e imite, si requiere apoyo físico, tómalo dos dedos por encima de las muñecas y realiza el procedimiento.
- Aumenta poco a poco el tiempo que dura el procedimiento hasta completarlo totalmente.
Algunos niños y niñas pueden necesitar de apoyos visuales, por ello te compartimos los pasos de la rutina en video y en un documento pdf.