El 25 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer para reflexionar sobre las acciones que podemos realizar como sociedad para erradicar la violencia contra las mujeres y niñas.
Por ello, entrevistamos a Lídice Rincón Gallardo, activista de los derechos humanos, presidenta de la Fundación Gilberto Rincón Gallardo y responsable del área de Proyectos Estratégicos de Fundación Teletón. Ella nos platicó sobre este tema tan importante en México y todo el mundo.
¿Qué implica la violencia contra las mujeres y niñas?
De acuerdo con la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer emitida por la Asamblea General de la ONU en 1993, la violencia contra las mujeres y niñas es:
“Todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.”
La violencia contra las mujeres y niñas incluye lo siguiente:
- Violencia económica
- Violencia psicológica
- Violencia emocional
- Violencia en línea o digital
- Violencia física
- Violencia sexual y acoso
- Trata de seres humanos (esclavitud, explotación sexual).
- Feminicidio (que es el asesinato de una mujer por el hecho de ser mujer).
Por qué debemos hablar de la violencia contra las mujeres y niñas
Como nos comentó Lídice, hablar del tema de la violencia contra las mujeres y niñas es primordial ya que en la actualidad vivimos a nivel global violencia extrema. Esto debido a que se dan muchos tipos de violencia, no solo física, como tradicionalmente se cree. Además, porque hemos llegado a la expresión más grande de la discriminación de la violencia de género, que es el feminicidio. Las estadísticas al respecto son altísimas, tanto en México como a nivel internacional.
Se estima que, en nuestro país, aproximadamente, 17 mujeres son asesinadas a diario. Esto sin tomar en cuenta a mujeres desaparecidas, o bien, aquellos casos que no han sido tipificados como feminicidios. La razón de ello, como bien nos explicó Lídice, se debe a que en muchos estados hay resistencias de parte de los sistemas jurídicos, por estar ligados a una cultura patriarcal.
La palabra patriarcal refiere a todos los sistemas, ideas y acciones de dominio que mantienen la subordinación o invisibilización de las mujeres. De ahí que sea urgente eliminar esta perspectiva, para dar paso a otras que garanticen una vida libre de violencia.
Una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras es la violencia contra las mujeres y niñas. Incluso muchas veces no se informa por factores como la impunidad derivada de omisiones de justicia, y el silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren muchas víctimas de violencia.
Violencia y discapacidad
Lídice nos explicó que, aunque todas las mujeres y niñas en todas partes del mundo pueden sufrir violencia, algunas son particularmente vulnerables. Como es el caso de aquellas que tienen una discapacidad. Y lo es más para las que también pertenecen a ciertos grupos sociales comúnmente vulnerados, como personas migrantes, miembros de la comunidad LGBTIQ+, personas que viven crisis humanitarias, entre otros más.
En el caso de la violencia contra las mujeres y niñas con discapacidad se da, principalmente, por el abuso ante su posible estado de indefensión en algún aspecto. Ya sea derivado de una discapacidad física, intelectual o psicosocial. La discapacidad psicosocial refiere a la limitación de las personas que presentan retos funcionales, temporales o permanentes, en la mente, para realizar una o más actividades cotidianas.
Sobre este punto, Lídice resaltó que la discapacidad psicosocial se está adquiriendo de manera más frecuente por la misma violencia que existe hoy en día. Por ejemplo, si una mujer con discapacidad física vive violencia, esta violencia además causa una discapacidad psicosocial. Si, asimismo, se suma el hecho de tener una discapacidad intelectual, la violencia suele aumentar.
Otro punto al respecto es el de los actos forzados de institucionalización. Es decir, actos de privación de la libertad en internamiento precario, así como el abandono. Muchas mujeres con discapacidad son vulnerables ante este tipo de violencia, sobre todo mujeres de la tercera edad. Puesto que hay una actitud generalizada y normalizada en la sociedad de desestimar a los adultos mayores.
En el caso de las niñas y adolescentes con discapacidad, otro tipo de violencia que está generando muchos retos es el de la violencia en las escuelas. Por actos de discriminación, exclusión o acoso. De ahí que sea necesario implementar un enfoque de educación inclusiva que proporcione una igualdad de oportunidades, entre otras cosas más.
También, como nos explicó Lídice, interviene el hecho de que somos una sociedad adultocentrista. Es decir, una sociedad que considera que las personas adultas son superiores sobre otras generaciones como niñez, adolescencia y juventud; al igual que sus ideas, intereses y expresiones. Hay muchas omisiones de eliminación de violencia porque a veces no se toma en cuenta lo que comunican las generaciones más jóvenes.
Algunos retos y acciones para eliminar la violencia
Como bien nos señaló Lídice, uno de los mayores retos que enfrentan las mujeres en relación con la violencia es poder salir a la calle de forma segura. Sin embargo, es importante ejercer nuestro derecho de hacerlo, con libertad, autonomía e independencia. Tres conceptos claves en materia de derechos humanos.
Lídice nos mencionó que también otro reto fundamental es que mujeres adolescentes, jóvenes o adultas puedan vivir plenamente su sexualidad sin ser juzgadas, ya que hay muchos tabúes al respecto. Debemos identificar que ejercer la sexualidad es parte de la vida de muchas mujeres, y al hacerlo no deben ser violentadas por ningún motivo.
Otro gran reto concierne al ámbito laboral, el cual tiene que ver con no tener miedo de hacer valer nuestros derechos, ante discriminación o violencia por el hecho de ser mujer. Por ejemplo, en temas de brecha salarial entre hombres y mujeres; o bien, sobre la inequidad de oportunidades, en relación con ciertos puestos de trabajo.
Desafortunadamente, este tipo de experiencias no solo se dan en los espacios laborales, sino en múltiples espacios de la vida pública y privada. De ahí que, como comentó Lídice, en todo caso debemos hacer exigibles y justiciables nuestros derechos. Aunado a ello, se requiere urgentemente que las autoridades ejerzan políticas públicas transversales e interseccionales para lograrlo.
Se entiende como transversal a la gestión para promover la igualdad de oportunidades y de trato entre hombres y mujeres, transformando las estructuras, para lograr la igualdad sustantiva. Ha sido definida como la integración sistemática de las situaciones, intereses, prioridades y necesidades propias de las mujeres en todas las políticas del Estado.
Por otro lado, lo interseccional tiene que ver con la interacción entre dos o más elementos sociales que definen a una persona. Saber que cuestiones de la identidad como el género, la etnia, la raza, la ubicación geográfica, o incluso la edad, no definen a una persona de forma separada. Al contrario, estos elementos se combinan de distintas formas, generando a veces desigualdades o desventajas diversas.
Todas las personas que formamos parte de la sociedad podemos hacer pequeñas y grandes acciones todos los días para eliminar la violencia contra las mujeres y niñas. Esto tomando en cuenta los múltiples factores que influyen a que les sean negadas oportunidades, sean desestimadas, sean agredidas y sean incluso asesinadas. Al ser respetuosos, amables y solidarios con todas las personas podemos lograr ser conscientes de retos globales tan importantes, como lo es la violencia hacia las mujeres y niñas. Lo mismo poder apoyar a alguien que lo necesite, pues hace posible prevenir acciones en contra de sus derechos humanos.
Teletón a favor del bienestar de las mujeres y niñas
El modelo de atención de Teletón apoya en diversos retos que puedan tener niños, niñas y adolescentes con discapacidad, autismo y cáncer, al igual que sus familias. Para favorecer su calidad de vida, así como su bienestar, nuestro objetivo es atender las cuatro esferas fundamentales de las personas: 1) la esfera física, 2) la esfera social, 3) la esfera psicológica y 4) la esfera espiritual.
En Teletón somos conscientes de que la violencia puede afectar el bienestar de quienes se atienden con nosotros. Si acudes a uno de nuestros Centros Teletón, y tú o tu hijo o hija están viviendo una situación de violencia, puedes acercarte a las áreas de Dirección Médica, Atención al Público, Trabajo Social o Atención Psicológica. Contamos con un Comité Corporativo de Atención a la Violencia y Construcción de la Paz, mediante el cual desarrollamos diversas acciones, así como una red con instituciones públicas y privadas, para brindarte apoyo.